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miércoles, 17 de marzo de 2010

En la nebulosa... pre primaveral

Todo parecia presagiar una semana tranquila, a pistón lento y calmado.

La resaca va normalizandose y las cosas empiezan a tomar cuerpo y espacio. Hace frio a las mañanas, pero los dias son frescos y delicados. Se puede decir que empezamos a disfrutar de una cierta paz meteorologica y se agradece.

Pero si tras la tempestad viene la calma, esta no dura eternamente y aunque no se trata de una tormenta, lo que aparece es la niebla de las incertidumbres, de las dudas, de los descoloques, de las preguntas... del dónde estoy y adonde voy

Ya el lunes surgia la primera incertidumbre en forma de Institución pública, pues donde digo digo, digo diego. Y esto es que un equipo de personas-profesionales se enfrentan al duro e ingrato duelo de tener que caerse de un proyecto que llevaba 8 años en marcha. Que cuando van aceptando la realidad que les viene, con fecha de caducidad, alguien del más allá decide que quizás esto se retrase, que no está claro la fecha, que faltan muchos pasos, que bla bla bla...

Y este equipo se enfrenta a parar (postponer) su duelo, a no tener fecha para hacerlo y a esperar que, como el zorro traicionero, aparezca sin previo aviso y sin posibilidad de coger aire. Y sufro con ellos.

No sabes si reir (de rabia) o llorar (de impotencia e indignación) pero sabes que tienes, que quieres estar ahí con ellos, para ellos, por ellos.

El sol sale con fuerza el martes y las temperaturas suben... y te pilla vestido de invierno y tu cuerpo se confunde con las sensaciones térmicas tan cambiantes. Es epoca de resfriados y estornudos. Y la nebulosa del frio corporal te inunda los huesos, pasando del calor tropical al frio helador empezando por los pies. Y este llega hasta el corazón.

Hoy he tenido mi sesión de terapia a la que he ido con más nebulosas que preguntas, pues lo malo de la niebla es que todo se indefine, se globaliza y te lleva a la confusión. Hoy es un día de confusiones, de desaciertos, o quizás no.

La cierto es que me muevo en un mar de nubes bajas que me dificultan ver con claridad por fuera y por dentro. Para fuera puedo usar mis manos y mis oidos, para adentro me quedan las tripas y el corazón y estos de momento no mantienen una buena relación... lo peor es que ante esta situación se hace dueña del poder la cabeza... y la cabeza para las cosas de dentro no sabe manejarse bien.

Si al menos hubiese llegado ya la primavera, tendría una buena excusa para estar en esta niebla, revuelto o descoloque... pero todavia estamos en la nebulosa pre primaveral.

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